Maria Llorente llega al sector de la industria musical de la mano de Mondo Sonoro dónde comenzó como becaria y a partir de ahí comenzó el despegue de su carrera.
Después de años dedicada en cuerpo y alma a éste sector trabajando como Freelance, acaba de fundar hace unos meses su propia agencia 24/7 Agency dónde desarrolla trabajos de comunicación, Booking y management. Todo o casi todo en su vida está enfocado hacia el sector de la música, paralelamente a su nuevo proyecto es la responsable de comunicación de Girando por Salas.
Nos fuimos con ella a pasar una tarde para charlar de música, de la vida y de las estrellas y además conseguimos sacar unas fotos tan bonitas como éstas.
Salomé Sagüillo, mi fotógrafa favorita compañera de los fosos y de la vida.
Un placer fotografiarla, aún con todos los inconvenientes que tuvimos esa tarde. Al final siempre se acaba resolviendo a fuerza de inventiva. El estado natural del ser humano, y menos mal.
Y llegó el día, era martes y por primera vez en Madrid aterrizaban los belgas Oscar and the Wolf . Lo hicieron en la sala MobyDick después de haber pasado el lunes por la Razzmatazz de Barcelona.
Una mención especial me merece la gente de Cooncert por su propuesta diferente -la cual llevan sacando adelante desde hace dos años-, que lo único que hace es alegrarnos cuando intentan traer a bandas de fuera que no tienen un seguimiento a priori muy masivo en nuestro país, algo que yo particularmente agradezco ya que cada vez me asquea más el panorama-monotema musical que tanto gusta por aquí.
El pasado día 9 de Diciembre, volvía a pasar por Madrid la formación estadounidense “Vintage Trouble”.
No voy a hablar de las condiciones que tuvimos para hacer las fotos, mejor pasarlo por alto, sólo diré que los términos empotramiento y agobio me vinieron a visitar durante el tiempo que permanecí a pie de escenario.
Y la decisión de dar un aire sucio a todas las fotografías, pues porque si, lo que me ha pedido el cuerpo.
Verónica Ferreiro cantante y compositora gallega que procede de una gran familia de músicos.
El desarrollo de sus aptitudes artísticas comenzó a los cinco años con el Ballet Clásico, y se extendieron durante 14 largos años hasta que se graduó, se convirtió en el centro de su vida. Durante esos años la música nunca dejó de sonar en su casa.